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domingo, 17 de noviembre de 2013

Objetos con historia

La microhistoria es una rama de la historia social de desarrollo reciente, que analiza cualquier clase de acontecimiento, personajes u otros fenómenos del pasado que en cualquier otro tratamiento de las fuentes pasarían inadvertidos. La razón por la que llaman el interés del historiador puede ser muy diversa: puede ser lo raro pero también lo cotidiano. En todo caso, demuestra tener posibilidades interpretativas desusadas cuando el historiador introduce la llamada reducción de escala o el examen con lupa del pasado, que constituye el instrumento innovador de esta disciplina.


En nuestro caso reconstuiremos de manera sintética el día a día de una familia de la isla de gran canaria a mediados del siglo XX.  Comenzaremos el día con el trabajo en el campo donde nuestros protagonistas harán uso de un sacho y de una hoz para las tareas agrícolas.





Finalizado el duro trabajo nuestros protagonistas regresaran a casa con hambre. Allí sus mujeres, encargadas del trabajo en el hogar, les tendrán preparados el potaje junto a unos deliciosos huevos fritos. El potaje se ingiere gracias a las cucharas y el huevo frito se fríe en la sarten.








Finalizada la comida a nuestros protagonistas se les apetece un refresco nik, que junto a las marcas Royal Crown (Firgas) y Clipper son de las únicas elaboradas en el archipiélago que aún perviven. Para abrir la botella se requiere cierta maña golpeándo suavemente la botella apoyada en la mesa.




Llega la tarde y nuestros protagonistas deben regresar al trabajo, ahora toca recoger los excrementos de los animales con el siguiente instrumento y recibir de manos del dueño de la finca el sueldo correspondiente a la semana trabajada.






Felices con el dinero en la mano regresan a sus casas, donde escucharán un poco la radio antes de ir a dormir para mañana volver a la rutina.


viernes, 1 de noviembre de 2013

Propuesta BIC: Casa Saturninita



La “Casa de Saturninita”, casa labriega, de finales del s. XIX, viene a ser –al día de hoy- el único vestigio de las antiguas casas de labranza y de arquitectura tradicional canaria que existe en Maspalomas. Pueblo que estaba salpicado de estas viviendas en sus núcleos de Maspalomas propiamente dicho; Buenavista; El Charco; El Lomo, etc.  A excepción de la Casa de la Maleza, pero con la particularidad de que la “Casa de Saturninita” está en el centro neurálgico de la zona urbana de San Fernando de Maspalomas.

Era tradición que las casas tomaran popularmente y fueran conocidas por el nombre de la Sra. de la casa. Por las razones lógicas de que era quién estaba en ella de forma continuada. El marido y los hijos trabajaban de sol a sol y el “Ama de Casa”, la “dueña” del hogar era la Sra.

Los medianeros del conde fueron en principio: Labradores y pastores. Ya más tarde vino el cultivo del tomate y pasaron a ser Aparceros. Esta familia concretamente cultivó toda clase de cereales e hicieron de Panaderos de la Finca.






Está compuesta por, un pajar, tres salas grandes, el alpendre, dos salas pequeñas y un almacén. La primera de las salas grandes, la llamaremos “Sala 1” estaba dividida en dos, para aprovechar su uso. La división era mediante tela de sacos, que mantenían una rigidez similar a una pared, lograda por sucesivas capas de albeo, la tela de saco a su vez la soportaban grandes bastidores de madera.


La “Sala 2”
era el dormitorio de todos los hijos de la familia. La “Sala 3” el dormitorio del matrimonio. El “almacén” se construye porque el matrimonio, titular de las labores de Medianeros del Condado, pidió permiso al Sr. Conde para construir una habitación, éste les dejó el material y fabricaron esta habitación anexa al edificio. Por último en el pajar o granero, se guardaba la comida de los animales donde se guardaba la cosecha antes de compartir con el condado.

Dicha vivienda entraría en la categoría de sitio etnológico, entendiendo como fundamental la conservación del inmueble debido a que se trata de uno de los últimos vestigios que se conservan de una etapa de nuestra historia que pese a su cercanía cronológica nada tiene que ver con la actual. Por lo que entendemos que la pérdida de este tipo de bienes supondría en un futuro no muy lejano el olvido de las condiciones sociales de nuestros antepasados, además en los tiempos que corren la mayoría de la sociedad ya desconoce lo acontecido en esta época por lo que sería necesaria no solo su declaración como BIC, sino su puesta en marcha como elemento fundamental de transmisión del conocimiento socializando el conocimiento y enriqueciéndonos culturalmente como pueblo. 

La delimitación quedaría reducida al inmueble y su patio exterior, debido a que más allá de sus muros ya se han realizado construcciones totalmente ajenas al patrimonio. Además se torna complicado, por no decir imposible que el paisaje alrededor del BIC propuesto sufra alguna modificación ya que justo a su lado se encuentra un instituto de educación secundaria construido recientemente y que en ningún caso ha devaluado a la Casa Saturninita.