La “Casa de Saturninita”, casa labriega, de finales del
s. XIX, viene a ser –al día de hoy- el único vestigio de las antiguas casas de
labranza y de arquitectura tradicional canaria que existe en Maspalomas. Pueblo
que estaba salpicado de estas viviendas en sus núcleos de Maspalomas
propiamente dicho; Buenavista; El Charco; El Lomo, etc. A excepción de la Casa de la Maleza, pero con
la particularidad de que la “Casa de Saturninita” está en el centro neurálgico
de la zona urbana de San Fernando de Maspalomas.
Era tradición que las casas tomaran popularmente y fueran conocidas por el
nombre de la Sra.
de la casa. Por las razones lógicas de que era quién estaba en ella de forma
continuada. El marido y los hijos trabajaban de sol a sol y el “Ama de Casa”,
la “dueña” del hogar era la Sra.
Los medianeros del conde fueron en principio: Labradores
y pastores. Ya más tarde vino el cultivo del tomate y pasaron a ser Aparceros.
Esta familia concretamente cultivó toda clase de cereales e hicieron de
Panaderos de la Finca.
Está compuesta por, un pajar, tres salas grandes, el
alpendre, dos salas pequeñas y un almacén. La primera de las salas grandes, la
llamaremos “Sala 1” estaba dividida en dos, para aprovechar su
uso. La división era mediante tela de sacos, que mantenían una rigidez similar
a una pared, lograda por sucesivas capas de albeo, la tela de saco a su vez la
soportaban grandes bastidores de madera.
La “Sala 2” era el dormitorio de todos los hijos de la familia. La
“Sala 3” el dormitorio del matrimonio. El “almacén” se construye porque el
matrimonio, titular de las labores de Medianeros del Condado, pidió permiso al
Sr. Conde para construir una habitación, éste les dejó el material y fabricaron
esta habitación anexa al edificio. Por último en el pajar o granero, se
guardaba la comida de los animales donde se guardaba la cosecha antes de
compartir con el condado.
Dicha vivienda entraría en la categoría de sitio
etnológico, entendiendo como fundamental la conservación del inmueble debido a
que se trata de uno de los últimos vestigios que se conservan de una etapa de
nuestra historia que pese a su cercanía cronológica nada tiene que ver con la
actual. Por lo que entendemos que la pérdida de este tipo de bienes supondría
en un futuro no muy lejano el olvido de las condiciones sociales de nuestros
antepasados, además en los tiempos que corren la mayoría de la sociedad ya
desconoce lo acontecido en esta época por lo que sería necesaria no solo su
declaración como BIC, sino su puesta en marcha como elemento fundamental de
transmisión del conocimiento socializando el conocimiento y enriqueciéndonos culturalmente
como pueblo.
La delimitación quedaría reducida al inmueble y su patio
exterior, debido a que más allá de sus muros ya se han realizado construcciones
totalmente ajenas al patrimonio. Además se torna complicado, por no decir
imposible que el paisaje alrededor del BIC propuesto sufra alguna modificación
ya que justo a su lado se encuentra un instituto de educación secundaria
construido recientemente y que en ningún caso ha devaluado a la Casa
Saturninita.